Ciao!
pues sí, tanto hablar de ellas, tanto anhelarlas, tanto planificarlas, tanto contar los días que nos separan de su llegada…para muchos de nosotros ya están al caer: las tan deseadas vacaciones.
Y si no lo están, será porque ya las habremos disfrutado o bien, hayamos decidido reservarlas para otro momento del año…el tema es que todos tenemos derecho a unos días de descanso y, tal y como comentaba en el post anterior, si están allí es por algo.
Y para que no quede en un lugar común, justamente antes de despedirme durante este próximo mes de agosto de tí, querido/a amigo/a, déjame argumentarte porque o, mejor dicho, para qué, son tan necesarias las vacaciones y compartir mis humildes vivencias por si te pueden ayudar a aprovecharlas de verdad.
Seguramente cada lunes que empieza la semana, estarás deseando en algún momento que llegue el finde para descansar y, sin ir más allá, cada día que te levantas, a lo largo del día soñarás en algún momento con el acostarte por la noche y reposar, y, hasta cuando estés en el trabajo, desearás poder hacer alguna pausa para tomar un café o bien comer…y si esto te pasa en tu día a día, a pequeña escala: ¿Como no debería de pasarte llegado el momento de coger las vacaciones?
Justamente el descanso nocturno, el del fin de semana, las pausas laborales…todo esto existe para que puedas desconectar de lo que estabas haciendo, recuperar fuerzas, para luego ser más productivo… y lo mismo pasa en las vacaciones, las NECESITAMOS, para salir de la rutina diaria que para cuanto sea “bella” también cansa y, además, para apreciarla de verdad, hay que tomar distancia de ella una temporada y hacer algo distinto, algo para lo que no solemos tener mucho tiempo durante el resto del año, una experiencia nueva o simplemente algo que ya conocemos y que pero no podemos hacer por circunstancias tal y como soñamos…como, por ejemplo, desayunar tostadas con tu familia sin la presión de los horarios.
Las vacaciones son necesarias para poder volver al trabajo con energía y lograr lo que nos propongamos durante el año. Para aumentar nuestra PRODUCTIVIDAD durante el resto del año, reactivar nuestro cerebro y recuperar los justos niveles de atención para ser eficientes, además de limitar la irritabilidad y los cambios de humor asociados al cansancio.
Por ello, mi máximo consejo que, como costumbre, te escribo desde mi experiencia personal, es que si estabas pensando llevarte parte de tu trabajo de vacaciones, te lo replantees, porque si finalmente decides no aprovechar este tiempo de descanso respetando su objetivo inicial: desconectar del trabajo y renovar energías, aunque sea que tengas pensado dedicar solo una parte de las vacaciones a trabajar, mejor te replantees si realmente ha llegado el momento de tomártelas o, casi sería mejor, aplazarlas para otro momento, cuando tengas claro que las vas a aprovechar de verdad y de que no te lleves trabajo mientras las disfrutas.
Vamos, que si tienes intención de trabajar durante las vacaciones, mejor te quedes trabajando…¿Sino que sentido tienen?
Que sepas que según algunos estudios el número de días mínimos necesarios para descansar y para que los efectos de las vacaciones den sus frutos son alrededor de 10 días, aunque luego dependerá de cada uno lo cansado que esté. Fíjate que como países que gozan de muchos días de vacaciones como Finlandia o Francia, que productivas son…¿Casualidad? puede o no…
Sé que si eres responsable, adicto al trabajo, planificado o, simplemente, un ilusionado con lo que haces…te va a costar mucho poner en práctica mi consejo…pero, primero, ya sabes que mis post van cada vez de retos, y que nunca son fáciles, así que aquí lo tienes, y, segundo, que realmente si quieres que tu época de descanso sirva de algo, tómate el “dolce far niente” como una obligación profesional, en si misma, dado que si no cumples al 100% con ella, al final sufrirás las consecuencias tú, tu entorno laboral, incluido tus equipos y compañeros y seguramente, tu misma familia y entorno más cercano.
¿Como puedes lograrlo?
Si no tienes suficiente con lo que te acabo de comentar y con la responsabilidad que tienes hacía tu trabajo, compañeros y familia…quiero compartir alguna experiencia personal que tras los años y mis vivencias me han hecho reflexionar y he decidido aplicarme personalmente, dado que yo también me clasifico dentro del grupo de los “hiper responsables, adictos al trabajo, ilusionados con lo que hacen, mega planificados….etc…en fin, con los que nos cuesta mucho desconectar al 100% y que siempre se llevan algo para hacer durante las vacaciones”.
Allí van mis vivencias personales…repito, mías y por lo tanto, para cuestionar y opinar:
1. Asegúrate que todo lo más urgente que tenías pendiente de cerrar en el trabajo esté a punto antes de marcharte. Y si esto no ha podido ser porque estás pendiente de alguna respuesta que no depende de tí, busca una persona en quien confías y delégalo o bien, avisa que vas a estar fuera y de que cuando volverás, te encargarás del tema (¿Has utilizado nunca los mensajes automáticos del “Estoy ausente, te contestaré en cuanto vuelva el día XX…”? los puedes encontrar en el outlook o en cualquier herramienta que utilices para tu correo electrónico). Si hay algo que no has podido cerrar y realmente es urgente y no lo has podido delegar o bien, no lo has querido hacer :), entonces espera a irte de vacaciones…lo que no tiene sentido es que te vayas y que sigas pensando en ello o, peor aún, trabajando durante tu supuesto descanso.
2. Planifica tus actividades/jornadas aunque sea a grandes rasgos: si tienes previsto desplazarte fuera de tu casa, es mucho más probable que esto te ayudará a desconectar. Por ejemplo si realizarás un viaje organizado, iras a visitar sitios y tendrás un horario que seguir y esto seguramente te permitirá desconectar y te hará difícil trabajar.
Lo malo es, cuando o bien te quedas en casa o, aunque te vayas fuera, te trasladas a otro lugar donde seas tu que gestiones tu tiempo y tus actividades ( el típico pueblo, o bien un apartamento en la playa o en la montaña, etc). En este caso es posible caer en: “trabajo unas horitas y luego salgo”…Evítalo. ¿Cómo?
Piensa en que te viene de gusto hacer, lo que siempre sueñas con y nunca puedes: dormir algo más (aunque tampoco te pases que sino luego volver a la rutina será complicado, intentas no superar las 8 horas diarias y seguir con unos hábitos saludables sin excesos de nada), pero seguramente te acostarás algo más tarde y de allí que te levantes a otros horarios, desayunar en casa o ir fuera y hacerlo con calma…recuerda que el desayuno es la comida más importante del día, dedícale tiempo a prepararlo, ir a comprar productos frescos para organizarte una buena comida y no recurrir a microondas o congelador, o ir a dar un paseo cuando aún no hace tanto calor, o practicar deporte, hacer una buena siesta, leer un buen libro, tomar el sol en la playa o en la piscina, verte la película que te habías grabado, ir al cine a la fresca o al teatro, dar un paseo en bicicleta por la tarde, prepararte un batido…en fin, aunque no tengas un viaje organizado y te quedes en casa…hay miles de cosas mejores que puedes hacer que TRABAJAR. Creo haber dado unos cuantos ejemplos…solo tienes que buscar el tuyo, con el que sueñas durante todo el año. Es el momento de hacerlo realidad.
3. Evita llevarte el ordenador allí donde vayas: aunque es cierto que probablemente tendrás uno smartphone con acceso a internet, a parte de leer el correo, será difícil de que puedas trabajar documentos con el teléfono.Si te lo llevas, confía en mí, acabarás utilizándole 🙂
4. Procura dejar en algunos momentos el móvil en casa o bien en hotel o donde te alojes: si estás fuera del país, seguramente para evitar que te llegue una mega factura al volver a casa, ya lo dejarás porque no teniendo conexión a internet no le verás la utilidad. En cambio, si te quedas en tu país, tendrás mayor tentación en llevártelo a todas partes. Pues piensa que en la playa o en la piscina se puede mojar, romper, te lo pueden robar y que si hay algo urgente que te quieran comunicar, al volver a casa o al hotel, podrás contactarles…hace menos de 20 años no teníamos móviles y te aseguro que nadie ha crecido traumatizado por ello. Y si lo llevas para hacer fotos, tienes varias alternativas, o bien llevarte una cámara en condiciones que seguramente los amantes de la buena fotografía te lo agradecerán :), o bien, usar el móvil solo para ello, sin la constante tentación de enviar whatapp y descargarte el correo.
5. Si te vas fuera del país, busca hoteles que no tengan conexión wifi o bien, si no puedes evitarlo, conéctate solo 1 vez al día y que no sea para ver el correo del trabajo, como mucho para enviar noticias a la familia o alguna foto del día, aunque repito, hace solo algunos años todo esto no existía y tampoco se echaba de menos saber todo lo que tus queridos habían hecho, comido o visto durante los días de vacaciones…de hecho, luego era más bonito reunirse a la vuelta y contarse todo, no como ahora que nunca parece de que te hayas separado, dado que no nos levantamos y no nos acostamos sin darnos los buenos días y las buenas noches cada día a través del whatapp…y que conste que soy fan de esta herramienta, práctica y útil, pero creo que nos estamos pasando…pero esto lo reservo para otro post.
6. Tomate esta desconexión como una obligación profesional: si realmente eres de los que no consiguen no trabajar durante las vacaciones, ponte en tus tareas de trabajo la que no tienes permitido llevarte trabajo y, por lo contrario, el hecho de no cumplir con esta tarea, te estaría haciendo faltar a tus obligaciones profesionales. Así que ya sabes, tu obligación es pasártelo bien y disfrutar 🙂
Bueno…seguro que hay muchos más ideas que se te ocurren, que ya has aplicado y que te han funcionado…¿Qué esperas a compartirlos con el resto?
Somos todo oídos…yo me acabo justo de descargar unas cuantas novelas en el e-books para llevármelas la próxima semana conmigo…son novelas muy distintas de mi día a día…que me hagan viajar con la mente…que me ayuden a alejarme del trabajo…es otra de mis técnicas personales para desconectar 🙂 Así algo me llevo, pero no es trabajo….o, mejor dicho, mi trabajo es leerlas y disfrutarlas…en un mes soy capaz de leer más de 7-8 libros…a ver este año con Luca y Martina juntos cuantos voy a leer…lo importante no será la cantidad, la calidad…de momento me llevo 4, hay que ser realista que con un bebé de casi 5 meses el tiempo será algo más justo, 🙂
Y, antes de dejarte durante este mes de agosto…porque sino no estaría practicando con el ejemplo…te dejo con un artículo muy interesante que ha compartido un compañero, que justamente es otra técnica para luchar contra el estrés del día a día: LA RISA...con el deseo de que estas vacaciones estén llenas de RISAS…por lo visto una de las mejores terapias, dado que equivale a poner el cerebro en estado de meditación…si quieres saber más aquí tienes el enlace.
FELIZ VERANO…y sobre todo, quiero saber tus ideas/vivencias para aprovechar las vacaciones de verdad y no caer en la tentación de seguir trabajando mientras las disfrutas…TE ESCUCHO…
un beso
Claudia
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