La “grande belleza” de mi rutina

La “grande belleza” de mi rutina

Como homenaje a mi tierra y coincidiendo con la semana de los Oscar…aunque la película ganadora del premio como mejor “film internacional” poco tiene a que ver con mi reflexión de hoy…o mejor dicho, NADA, permíteme aprovechar su nombre y poner este titular a mi post…si sigues leyendo ya entenderás el porqué.

Justo hace unos días estaba comiendo con mi madre, algo hasta ahora muy poco frecuente, dado que vivimos en 2 países distintos y no solemos coincidir mucho…así que estos días, y gracias también a mi cambio profesional, estoy disfrutando de su compañía como hacía tiempo no podíamos hacer y empezamos a hablar de lo “bella” que es la rutina.

¿Te has parado a pensarlo alguna vez?

Nos pasa muy a menudo, o por lo menos yo llevo una vida entera cayendo en ello, que nos dedicamos a hacer planes, a pensar en las cosas especiales que haremos durante las vacaciones, en el fin de semana, en una fecha significativa que queremos celebrar…pasamos mucho tiempo a ver como salir de la rutina, como podemos conseguir la felicidad haciendo algo distinto de nuestro día a día

…¿Y lo bello que es hacer lo mismo, sabiendo disfrutar de ello? ¿Sabiendo apreciar cada minuto y cada instante como si fuera un verdadero regalo?

 Si he dicho “bello”, no fácil…lo entiendo que no lo sea 🙂

Nuestra conversación trataba justo de esto…mi madre ha venido unos días a Barcelona para algo muy concreto, que sale de su rutina,  pero resulta que por “H” o por “B” no depende de ella que este acontecimiento se cumpla…y actualmente se encuentra a tener que esperar que pase… cosa que probablemente cambiará sus planes iniciales.

Así que aunque es cierto, que al principio esto le generaba una cierta frustración al tener que cambiar sus planes…finalmente ha sabido dar la vuelta a la “tortilla” y esta aprovechando y disfrutando de estos días, como de un “regalo”.

…Comer con su hija, ir a buscar su nieta al colegio, dar un paseo un día de sol al lado de la playa con sus seres queridos, charlar del más o del menos con su familia…

¿Qué tiene de extraordinario todo esto? NADA Y TODO. Es el día a día, es la rutina, pero que poco la sabemos apreciar…que poco nos paramos a pensar sobre los afortunados que somos en tener una, en vivirla a pleno pulmón, en saborearla…

No necesitamos grandes planes para ser felices…está claro que a todos nos gusta hacer un viaje, conocer un país nuevo, descubrir un nuevo restaurante…

Pero ¿Que pasaría si cada día fuésemos a comer en un sitio distinto? ¿Qué pasaría si cada día tuviésemos que dormir en una cama diferente? ¿Qué pasaría si cada día saliésemos de casa con una maleta para viajar hacía quien sabe que destino?

Permíteme contestarte desde mi punto de vista: Yo echaría de menos mi RUTINA, MI BELLA RUTINA…la desearía, soñaría con mi comida diaria, con mi cama, con mi casa y con mi barrio…para no hablar de mi familia.

Siempre esta semana, tras hablar con mi madre, mi amiga Eva también me envió un WhatsApp hablándome de su rutina y de lo feliz que la hacía…¿Casualidad?

Ya sabes lo que opino sobre las casualidades :)…por esto he querido compartir contigo esta reflexión…y no para que se quede en el tópico “Carpe diem” sobre qué ya hemos hablado en anteriores post y que además considero mucho más que esto, creo en ello…pero hoy mi reflexión quiere invitarte a pensar que a veces lo tenemos todo a nuestro alrededor para disfrutar de la vida, para apreciar los afortunados que somos y está solo en nuestras manos observar con más atención hacía dentro, nuestras vidas y valorar los pequeños GRANDES detalles que nos da cada día la rutina, en lugar de estar en la constante búsqueda de algo que viene de fuera y que a lo mejor al principio puede resultar NOVEDOSO, EMOCIONANTE, INCREÍBLE…y que pero si se trasformase en rutina perdería todo el encanto y probablemente nos aburriría.

Justamente en esta línea te aconsejo una película que vi hace poco… “Una cuestión de tiempo” del director británico Richard Curtis, una comedia romántica, nada del otro mundo, estilo “Notting Hill” para que te hagas una idea…simplemente entretenida…pero donde en una de las últimas escenas el padre del protagonista, que goza del poder excepcional de viajar atrás en el tiempo, le sugiere volver a vivir 2 veces el mismo día…desde dos prismas diferentes…donde, así como la primera vez había podido ser un día para olvidar, el mismo día, con los mismos acontecimientos, si visto desde una perspectiva distinta, disfrutando de cada detalle, podía ser recordado como uno de los mejores días de su vida.

Y con esta escena y esta reflexión te dejo por hoy…con esto no quiero decir que no me gustan las sorpresas y los acontecimientos especiales: ME ENCANTAN…pero esto, son “fuera de lo normal”, algo que no pasa a diario y que no predomina en mi día a día y por esto son tan inolvidables…pero creo que el verdadero reto está en no olvidar lo especial que es cada día, para cuanto se repita en sus acciones y detalles.

Sin más…me despido porque tengo muchas ganas de empezar a disfrutar de la GRANDE BELLEZZA de la rutina de mi fin de semana: comer con mi marido, ir a buscar mi niña al colegio llevándole el bocadillo que me ha pedido, preparar una buena pizza sin gluten por la noche y compartirla con la familia, desayunar todos juntos por la mañana..y así seguir, disfrutando de mi BELLA RUTINA.

¿Y tú? ¿Qué opinas de ello? ¿Has encontrado la GRANDE BELLEZZA de tu rutina? ¿Quieres compartirla con los demás?

Te esperamos

Un bacio y feliz finde

Claudia

 

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