¡Hola!
¿Has empezado ya las vacaciones?… ¿O se están acercando?… ¿Has vuelto ya?… ¿O bien, te las estás reservando para más adelante, para cuando la mayoría ya las haya finalizado, los lugares estén menos llenos y los precios más asequibles?…
Sea lo que sea, nos acercamos a unas fechas que trabajes o descanses, el estrés y la “bella” rutina del día a día, pueden aparcarse un poco, o bien para cambiar de escenario y de costumbres, disfrutando de las vacaciones, o bien, si nos quedamos trabajando, igualmente, con la mayoría fuera, cambiando un poco o mucho nuestro día a día.
Es igual…decidas como decidas gastar este tiempo veraniego, hay que saberlo aprovechar por qué si existe no es sin razón, no es casualidad…lo necesitamos desde pequeños, a lo mejor no tan largo es cierto :)… y lo continuamos necesitando a lo largo de toda nuestra vida…probablemente cada año algo más…
No te ha pasado oír la típica frase: “Esté año estoy más cansado/a que nunca…que me quiten todo, pero no mis vacaciones” :)….a lo mejor tu mismo ha sido el/la que lo ha dicho. ¿Si o no?
Yo alucino, cada año llego más agotada a esta época…pero está claro, como extrañarme, cada año la edad pesa un poco más, así que es normal estar más cansada 🙂
Pero antes de despedirnos durante un tiempo y dejarte con tu merecido verano…como yo también estoy entre los que se están acercando a las vacaciones pero aún me faltan unos días…déjame compartir hoy contigo un tema que me toca muy de cerca y que cada vez más oímos hablar de ello pero no sabemos bien bien en que consiste, como se manifiesta.
Allí va, tras hablar en unos post anteriores de la celiaquía y de la intolerancia a la lactosa, hoy os cuento sobre otra enfermedad que también ataca a nuestro intestino y donde el control de nuestra salud, del estrés, del cansancio, etc. aunque no sean las únicas causa de la enfermedad, juegan seguramente un papel importante en su manifestaciones y en su nivel de intensidad.
Se trata de la enfermedad de CROHN.
¿Sabes en que consiste?
Como siempre, sin ánimo de hacer ningún tratado, dado que si entras en Internet encontrarás todo tipo de información a respecto, comentarte que consiste en una enfermedad intestinal inflamatoria y concretamente es un trastorno crónico que puede afectar cualquier segmento del tracto digestivo, desde la boca hasta al ano.
¿Qué pasa en concreto?
Que el intestino delgado se inflama, se estrecha su paso y esto puede causar oclusión intestinal. Puede originar edemas y fibrosis, o pequeños granulomas o fístulas, entre varias manifestaciones.
Los síntomas suelen ser: cansancio, perdida de peso, diarreas, dolor abdominal, anemia y se diagnostica a través de colonoscopía, biopsia y por exploración radiológica de contraste. Todas pruebas, en mi opinión, bastante molestas, aunque si muy necesarias.
Solo en España, para que te hagas una idea, hay unos 150.000 afectados y cada año unos 20 casos nuevos por cada cien mil personas y se suele manifestar en el 25% de los casos antes de los 18 años, y en la mayoría de los casos entre los 20 y 35 años, aunque puede aparecer a cualquier edad.
Parece ser que haya una predisposición genética a la base de las causas de la enfermedad, pero se manifiesta si algo la desata y desafortunadamente aún no se sabe el qué.
El intestino es como si no reconociera su flora intestinal y la ataca y así se inflama…el porque la ataca, se desconoce la razón.
Para poder tratar la enfermedad se utiliza un tratamiento farmacológico y hay que tener muy claro que no nos podemos curar del Crohn, es una enfermedad que estará presente para toda la vida, por ello es crónica, pero como se manifiesta en brote, se puede llegar a controlarla, llevando a qué, quien la presenta, pueda tener una vida normal.
Así como he comentado en el caso de otras enfermedades que afectan al intestino, que es bueno seguir ciertas dietas, en este caso en concreto, no existe una dieta que seguir. Es bueno comer de todo, aunque a veces los alimentos que contienen fibra no son de lo más aconsejables, así como los lácteos y lo que si no conviene para nada es fumar tabaco.
A pesar de que se puede llegar y si se llega a realizar una vida normal, la vida del enfermo de Crohn se ve afectada por la enfermedad, porque muchas veces es inevitable oír el ruido de sus tripas y en determinados contextos no resulta fácil aguantar el tipo…además que ocurre que en varias ocasiones hay que correr al lavabo…imaginar durante una situación romántica, no es de lo mejor que te pueda ocurrir en unas primeras citas :).
Y si a todo esto añadimos el estrés, los nervios, el cansancio…seguramente esto no ayuda a que la inflamación del intestino baje, aunque no esté comprobado científicamente que son causa de la enfermedad, en varios pacientes determinadas situaciones están relacionadas a los brotes que comentaba anteriormente.
Como siempre no es casualidad que te hable de esta enfermedad, conozco bien cuanto he contado por experiencia personal y además familiar…y puedo decirte que si es cierto que estaría mejor sin ella, pero que si conoces a alguien que la tiene o acaban de detectártela hace poco, que estés tranquilo/a, ponte en las manos de un buen gastroenterólogo, confía en él/ella, evita los alimentos más fibrosos o lácteos, sobretodo si tienes comprobado que no te sientan bien y, lo mejor que puedes hacer y más importante, evita las situaciones de estrés, los disgustos, los nervios, los enfados, los cabreos…¿Cómo se hace? Jaja….como siempre tenía que dejarte con un reto y este post no quiere ser menos.
Porque tengas Crohn, o no lo tengas, presentes otro tipo de enfermedad o estés sano y saludable…los disgustos, los enfados, el estrés, los agobios, las preocupaciones no sirven de nada…o mejor dicho, estoy firmemente convencida que tarde o temprano, si te servirán de algo, a pasar factura a tu salud.
¿Así que como conseguir que la vida moderna en nuestra sociedad no nos afecte a nuestra salud?
Aquí ya sabes, no hay respuesta correcta, cada uno tendrá que encontrar la suya…yo justo el año pasado tomé mis decisiones a respecto, ya sabes, grandes cambios justamente porque me di cuenta de cómo mi ritmo de vida estaba influyendo de forma muy negativa en mi salud…y, en definitiva, en mi calidad de vida.
¿Resultados tras un año?
Te mentiría diciendo que ahora todo va fenomenal y que estoy completamente sana y curada…pero, de entrada, solo te digo que como sabes este año he tenido mi segundo hijo, y que justo antes de realizar este cambio y apostar por mi nueva vida, se había resistido en querer llegar y que, casualidad o no, tras pocos meses de tomar mi gran decisión, llegó de repente, cuando ya no lo esperaba…dejo en tus propia manos sacar tus conclusiones 🙂
Así que mi post quiere compartir información sobre un tema actual, como una enfermedad que cada año manifiesta nuevos casos y quiere también, como de costumbre, invitarte a una reflexión sobre la gran conexión que hay entre nuestra mente y nuestro cuerpo y de cómo tenemos cada vez más que huir de lo que nos provoca malestar y estar en la constante búsqueda de lo que, en cambio, nos genera ilusión, alegría, bienestar…no olvidando nunca cuidar de nosotros y de nuestra salud.
Puedes estar tranquilo/o que nuestro cuerpo es sabio y te avisará allí donde no lo estás escuchando…
Así que el reto de la semana está lanzado…¿Cómo vas a conseguir evitar los disgustos? O, por lo menos, ¿qué no te afecten? ¿Qué decisiones vas a tomar?
…Te escucho.
Este post lo dedico en especial a todos mis coachées, que están en un momento de grandes tomas de decisiones y que, sin duda, lo van a conseguir, influyendo de forma muy positiva en su salud…se lo está pidiendo y se lo va a agradecer mucho.
Un beso y feliz fin de semana
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