¡Buenas tardes!
¿Como vamos?
Disculpa la demora en seguir publicando mi historia con KIA.
Estos últimos 2 meses están pasando realmente a toda mecha, llenos de proyectos, algunos justo a punto de tomarse un periodo de descanso, terminando el curso escolar y otros, nuevos, que empiezan, de objetivos alcanzados y sobretodo, de mucho aprendizaje y de reconocimiento por un trabajo hecho con pasión y ganas de seguir en ello, mejorando cada vez un poco más…en fin, 2 meses INCREÍBLES, aunque si, agotadores 🙂
Pero mi compromiso con contarte mi historia con KIA, es más fuerte que el cansancio, así que aunque sea un sábado por la tarde, aquí me tienes, compartiendo un capítulo nuevo de mi cuento que ya se acerca a su fin.
¿Recuerdas el último capitilo? ¿Donde nos habíamos quedado?
Continuaba teniendo molestias y aunque no tenía muchas ganas de seguir dando vueltas por hospitales, no estaba bien y había tenido dos sustos que me volvieron a hacer tomar conciencia que para cuanto estaba feliz con mis nuevas costumbres alimentarias e iba controlando el dolor, aún no lo había superado y tenía que volver a luchar para encontrarme mejor.
Había que volver a actuar…¿Qué hice?
Allí vamos… con la 3ª parte de: MI BUSQUEDA.
Por primera cosa me volví a poner en contacto con la Asociación de los celiacos en Cataluña (SMAP), cosa que había hecho en un principio, tras mi primera endoscopia, pero luego no teniendo claro el diagnóstico no había profundizado, ni estrechado relaciones con ella.
Decidí que era el momento de formalizar mi relación con KIA y hacerme socia, porque además mi nueva toma de consciencia pasaba no solo en querer luchar para mi bienestar, cuanto también por lo de todos los que se encontraban en mi misma situación y fue aquí que empecé a pensar que quería convertir la que había entrado en mi vida como un “problema”, “un malestar”, “un dolor”… en algo más que todo esto, en trasformarlo en uno de mis objetivos profesionales.
Empecé a soñar en ayudar como coach (El coaching, como puedes leer en mi pagina web y mis servicios, es una metodología que consigue el máximo desarrollo personal y profesional, trabajando cambios de perspectivas. Todo esto gracias a la ayuda de un coach, un profesional que actúa como entrenador y guía para este crecimiento personal y profesional y que a través de herramientas como la escucha, las preguntas, el silencio, el dar feedback y unas cuantas más, para conocerse mejor, ayuda y acompaña a lograr los retos y objetivos que la persona se proponga) a personas que se encontrasen en mi misma situación, enfocado el coaching a la salud.
Quería apoyar y acompañar a quien se lo propusiera, a conocer mejor a Kia, a pasar de odiarla a tolerarla y a aceptarla… hasta a amarla, porque si lo había conseguido yo, cualquiera podía ser capaz de hacerlo.
Y no solo esto, también a sensibilizar a todos los servicios que podían tener que ver con KIA a conocerla y mejorar su relación con ella.
Por otra parte tenía que volver a tomar las riendas de mi enfermedad y necesitaba volver a profundizar sobre mis síntomas e investigar sobre las causas de estos dos nuevos brotes que había tenido, el último en concreto que se había manifestado en el formato casi de una oclusión intestinal, debida a un precedente ataque de diarrea, seguida por restreñimiento de varios días, dolores agudos en el estomago y la imposibilidad de ingerir cualquier tipo de alimento.
Así que tras 2 días hospitalizada y que el médico que me atendió me empezase a hablar de celiaquía refractaria ( o sea una persistencia de malabsorción alimentaria y de las vellosidades atrofiadas a pesar de la dieta sin gluten, debido al hecho que al volverme a hacer mi tercera endoscopia parecían haber visto que mis vellosidades volvían a estar atrofiadas, aunque llevase ya unos cuantos años de dieta estricta sin gluten) decidí que tenía que volver a la medicina clásica.
Volví a visitar mi doctora Maria, habían pasado ya unos años desde nuestro último encuentro y la puse al día sobre mis novedades.
Me dijo que las pruebas habían avanzado mucho, que volveríamos a hacer una endoscopia con estudio de familias linfocitarías para descartar del todo mi enfermedad celiaca y que luego, dado que en mi familia se había diagnosticado un caso de enfermedad de Crhon durante los últimos años, quería que hiciese una prueba más, la de la capsula endoscópica, que consistía en ingerir una capsula que iría fotografiando todo mi tracto intestinal desde la boca al ano, registrando cualquier tipo de anomalía se pudiese observar, todo esto tras primero haber ingerido una capsula Paciency como prueba para ver si mi intestino era capaz de expulsarla, dado que la capsula real, no se podía quedar de ninguna forma en mi cuerpo.
Es importante comentar que poco después de volver a empezar a hacer estos nuevos controles, había vuelto a encontrarme con Lourdes, que me estaba volviendo a ayudar a través de varias técnicas, como la sanación energética, o sea moviendo la energía de mi cuerpo a través de la energía de sus manos y con algunos ejercicios de visualización, que me ayudaban a imaginar mi intestino como fuerte y sano.
Ya estaba convencida que la medicina tradicional no era suficiente y que había que combinarla con lo que yo creía y sentía que me había funcionado.
Ahora, tras verlo con perspectiva de unos pocos años, pienso que estas nuevas técnicas me ayudaron a superar el susto de estos 2 brotes y sobretodo a darme cuenta que a nivel profesional necesitaba el cambio que venía hace tiempo meditando y que mi malestar profesional, como luego se demostró, estaba también influyendo en mi dificultad en volverme a quedar embarazada.
Y aquí fue cuando encontré respuesta al PARA QUE del que te hablé al principio de mi cuento…la llegada de Kia en mi vida, tenía un para que, había algo que no estaba haciendo correctamente: no estaba escuchando mi mente, mi corazón y Kia había llegado para que a través de mi cuerpo, hiciese caso a lo que estaba ocurriendo y pudiese encontrar soluciones.
Y entonces algo hizo click en mi cabeza y en mi corazón y fue cuando ví claro que era el momento de apostar por mis sueños, de lanzarme en un proyecto por mi cuenta y dejar la empresa donde estaba trabajando para meterme de lleno en algo mío…ayudar a otras personas a querer a Kia, tal y como la conocía yo, a parte, el poder poner en marcha otros proyectos más relacionados con el desarrollo, el coaching, la educación… y, sobretodo, y más importante. a apostar por mi familia, al poder estar más con ellos y disfrutarlos, dado que ya tenía una niña de 5 años con quien no había podido compartir o pasar el tiempo como me hubiese gustado hacerlo, por lo menos hasta al momento.
¿Y sabes qué me pasó al descubrir mi PARA QUÉ?
¿Cuando tomé la decisión de querer apostar por mis sueños?
Pués por ello solo te tendrás que esperar unos días más y pronto prometo ponerte al día.
Mientras tanto…una pregunta: ¿Cual crees que es TU PARA QUÉ? Lo que puede estar detrás de tus molestias, tu enfermedad, tu malestar…
¿Te has parado nunca a pensarlo?…
Puede que sea buen momento para hacerlo…soy toda oído.
Un beso
Claudia
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